Se trata de una Última Cena, y está situada en el testero del refectorio, donde los monjes comían. Ghirlandaio hace uso de la perspectiva descubierta en el quatroccento, situando la escena bíblica en un espacio perspectivo que está perfectamente encajado en el espacio del refectorio. De hecho, es posible restituir el espacio imaginado por el pintor, un lugar que amplia el espacio del refectorio en un módulo. El refectorio está cubierto con una bóveda de lunetos, los cuales nacen de unos capiteles que dan ritmo y modulan el espacio. La pintura añade un módulo más, esta vez cubierto con dos bóvedas de arista ricamente decoradas.
Además, deja abiertos los arcos posteriores, mostrándonos la naturaleza que hay detrás, un jardín de árboles frutales, palmeras y cipreses, sobre los cuales vuelan una gran cantidad de pajaros, de los cuales, una paloma y un pavo real se han introducido en la escena.
En cuanto a la disposición de los apóstoles, que dialogan entre ellos, es interesante observar el centro de la composición. En el centro, a la izquierda, está Jesús. A su lado, San Juan, apoyado sobre él (la línea del horizonte se situa al nivel de sus ojos) y Judas, desplazado del conjunto. Éste último no está situado sobre el altillo sobre el que están cenando el resto de los apóstoles, lo que le sirve al pintor para identificarle como el traidor, a parte de instalarlo en la zona perspectiva de las baldosas, como un elemento más situado en el espacio, provocando el efecto ilusionista de la profundidad.
Como vemos, no es simplemente una perspectiva como base para situar los personajes de una escena bíblica, sino que es una intervención arquitectónica, que entiende el espacio en el que está situado, lo amplía y complementa.
Este estudio forma parte del trabajo de la asignatura "sobre la separación de las artes" del programa de doctorado "análisis, teoría e historia de la arqutectura" de la escuela de arquitectura de madrid en el año 2010.
que bueno, para mi ha sido un descubrimiento, gracias
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