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Wednesday, June 16, 2010

primavera, verano, otoño, invierno... y primavera...


Película surcoreana dirigida por Kim Ki-Duk en 2.004 llena de belleza, filosofía, espiritualidad, metáforas, simbolismos, juegos, paralelismos... en algunos de ellos es difícil de entrar desde el punto de vista occidental, pero siempre son fascinantes.

Sin entrar en el fondo de la película, hablaré un poco de la estructura. La historia de los personajes discurre de forma paralela al paso del tiempo y de las estaciones del año. Además, cada una de ellas se identifica con una etapa de la vida del protagonista. La película está dividida en cinco partes, las cuatro estaciones, más la siguiente primavera, de forma que el final enlaza con el principio. La primera parte (primavera), habla de la niñez, de los primeros descubrimientos de la naturaleza y de los primeros castigos. La segunda parte (verano) es la adolescencia. Aquí el protagonista descubre el amor, el sexo, el deseo... "el deseo despierta el ansia de poseer, y la posesión instintos asesinos..." La tercera parte (otoño) es la juventud. En ella vuelve a aparecer el tema del castigo y la responsabilidad, esta vez adulta. La cuarta parte (invierno) es la madurez. En esta ocasión el protagonista observa su vida desde la perspectiva de los años, y junto con otros acontecimientos, entiende el sentido de su vida. Por último, una nueva primavera, una historia que podría volver a empezar... Cada una de las estaciones está simbolizada además por un animal.

e . l. . l . u . g . a . r .. La acción se desarrolla en una casa-templo flotante de madera situada en el lago Jusan, provincia de Gyeongsang del Norte (Corea del Sur). El paisaje observado desde la casa-templo aparece siempre en movimiento, como se muestra en la imagen animada de la cabecera del post.

l . a . s . . p . u . e . r . t . a . s .. Aparecen en esta película varias puertas simbólicas, sin paredes o muros que las acompañen. Atravesarlas es una cuestión voluntaria, de disciplina, no forzada; comunican espacios y lugares que no están separados físicamente, pero que son diferentes en uso y significado. Las primeras puertas no-puertas son las que, dentro del templo, separan el espacio individual de dormir, del espacio común donde se come y se reza. Las segunda, es la que pone en conexión el lago, como espacio espiritual donde navega templo, con la naturaleza circundante y el mundo exterior:


l . a . . e . s . c . r . i . t . u . r . a .. Una de las escenas más impresionantes de la película tiene que ver con la escritura. El monje la utiliza como herramienta de ocupación del espacio y del tiempo. Frente al templo, el monje obliga a su discípulo a tallar en el suelo la "sutra prajnaparamita" como forma de penitencia, para buscar la paz interior y para ganar tiempo antes de que rinda cuentas ante la justicia civil de sus delitos. Primero, el maestro pinta con la cola del gato los caracteres en el suelo de madera. Después, el protagonista debe tallarlos, y finalmente, pintarlos, antes de ser arrestado por los policías. El templo, la arquitectura, está siempre presente en todas las acciones de la película, como marco y como protagonista narrativo con el que dialogan las ideas.


La película está llena de ideas e imágenes sugerentes. Para terminar, dos fotogramas llenos de poesía... La ocultación del llanto, y como las lágrimas humedecen las veladuras que ocultan el rostro...

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